Las investigaciones sobre la Lipoproteína(a), o Lp(a), están avanzando rápidamente con el desarrollo de nuevas terapias que podrían reducir significativamente su impacto en la salud cardiovascular. A pesar de ser un factor de riesgo hereditario para enfermedades cardíacas tempranas, sigue siendo poco conocida por la mayoría de la población.
¿Qué es la Lipoproteína(a) y por qué es peligrosa?
La Lp(a) es una partícula grasa similar al colesterol LDL, pero con una diferencia clave: aumenta significativamente el riesgo de infarto, accidente cerebrovascular y estenosis aórtica. Sus niveles elevados pueden duplicar o triplicar el riesgo cardiovascular, y lo preocupante es que su concentración está determinada genéticamente, lo que la hace difícil de modificar con cambios en el estilo de vida.
Hasta hace poco, la detección de la Lp(a) no era una prioridad médica porque no existían tratamientos efectivos para reducirla. Sin embargo, con el avance en terapias dirigidas y una mayor comprensión de su impacto, la situación está cambiando.
Pruebas para detectar Lp(a): ¿Quién debería hacérsela?
Las sociedades médicas internacionales ahora recomiendan que todas las personas se hagan al menos una prueba de Lp(a) en su vida.
¿Quiénes deberían realizarse la prueba de Lp(a)?
• Personas con enfermedad cardiovascular prematura, es decir, aquellas que han sufrido un infarto, ACV, enfermedad arterial periférica o estenosis aórtica antes de los 55 años (hombres) o 65 años (mujeres).
• Personas con antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular temprana.
• Personas con colesterol LDL extremadamente alto (190 mg/dL o más).
• Familiares cercanos (padres, hermanos, hijos) de alguien con niveles elevados de Lp(a).
Interpretación de los valores de Lp(a)
Los laboratorios pueden medir la Lp(a) en dos tipos de unidades diferentes:
Lp(a) | nmol/L | mg/dL |
Normal | < 75 | < 30 |
Alto | ≥ 125 | ≥ 50 |
A diferencia del colesterol LDL, la Lp(a) se mantiene estable a lo largo de la vida, por lo que una única prueba suele ser suficiente para su detección.
Nuevas terapias para reducir la Lp(a)
Los tratamientos más prometedores son los fármacos basados en ARN, que actúan silenciando el gen que produce la Lp(a) en el hígado. Actualmente, hay cuatro tratamientos en desarrollo:
• Lepodisiran
• Olpasiran
• Pelacarsen
• Zerlasiran
Estos medicamentos se administran mediante inyecciones cada seis meses y han demostrado reducir los niveles de Lp(a) entre 80% y 100%. Hasta ahora, los efectos secundarios reportados son mínimos, principalmente leve dolor en el lugar de la inyección.
Actualmente, están en marcha ensayos clínicos a gran escala para evaluar si la reducción de Lp(a) se traduce en menos infartos y ACV, con resultados esperados en uno o dos años.
Estrategias complementarias para reducir el riesgo cardiovascular
Aunque las terapias específicas para la Lp(a) aún no están disponibles en el mercado, existen enfoques complementarios para controlar el riesgo cardiovascular en personas con Lp(a) alta.
1. Aspirina en dosis bajas: una opción preventiva
La aspirina en dosis bajas se ha estudiado como una estrategia para reducir el riesgo de infartos y accidentes cerebrovasculares en personas con Lp(a) elevada. Su mecanismo de acción ayuda a prevenir la formación de coágulos, lo que puede ser beneficioso para quienes tienen un mayor riesgo de trombosis.
Es importante destacar que el uso de aspirina debe ser individualizado y consultado con un médico, ya que no está recomendada para todas las personas debido al riesgo de sangrado gastrointestinal.
2. Vitamina C: un antioxidante clave para la salud vascular
La vitamina C es un poderoso antioxidante que desempeña un papel crucial en la salud cardiovascular al:
• Reducir el estrés oxidativo y la inflamación en las arterias.
• Favorecer la producción de colágeno, lo que ayuda a mantener la elasticidad de los vasos sanguíneos.
• Disminuir la agregación plaquetaria, lo que contribuye a reducir el riesgo de coágulos.
Estudios han demostrado que niveles adecuados de vitamina C pueden reducir la progresión de la aterosclerosis, una complicación frecuente en personas con Lp(a) elevada.
3. Omega-3 de Krill: protección cardiovascular
El omega-3 derivado del krill es otra herramienta valiosa para quienes tienen Lp(a) elevada. Sus beneficios incluyen:
• Reducción de la inflamación crónica, un factor clave en las enfermedades cardiovasculares.
• Mejora de la función endotelial, lo que favorece la salud de las arterias.
• Disminución de la agregación plaquetaria, reduciendo el riesgo de trombosis.
El omega-3 del krill es particularmente eficaz debido a su alta biodisponibilidad y menor riesgo de oxidación en comparación con otras fuentes de omega-3.
4. Suplementos de magnesio: un aliado para el corazón
El magnesio juega un papel esencial en la regulación de la presión arterial y la función cardiovascular. Sus beneficios incluyen:
• Mejora de la vasodilatación, ayudando a reducir la presión arterial.
• Prevención de arritmias, que pueden ser más frecuentes en personas con riesgo cardiovascular elevado.
• Reducción de la inflamación y el estrés oxidativo en el sistema cardiovascular.
5. Niacina (Vitamina B3): impacto en la Lp(a)
Aunque la niacina no es una solución definitiva, algunos estudios han mostrado que puede reducir modestamente los niveles de Lp(a). Sin embargo, su uso está limitado debido a efectos secundarios como enrojecimiento de la piel y molestias digestivas.
Conclusión: Un enfoque integral para la prevención
El conocimiento sobre la Lp(a) está creciendo, y con ello, las opciones para reducir el riesgo cardiovascular en personas con niveles elevados.
• Las pruebas de Lp(a) deberían realizarse al menos una vez en la vida, especialmente en personas con antecedentes familiares o factores de riesgo cardiovascular.
• Las nuevas terapias basadas en ARN prometen cambiar el panorama del tratamiento en los próximos años.
• Mientras tanto, medidas complementarias como la aspirina, la vitamina C, el omega-3, el magnesio y la niacina pueden ayudar a proteger el corazón.
Si tienes antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular o factores de riesgo elevados, consulta con tu médico sobre la posibilidad de realizarte una prueba de Lp(a) y discutir estrategias personalizadas para proteger tu salud cardiovascular.