El café ha sido una parte esencial de la dieta humana durante aproximadamente 1.000 años. A lo largo de la historia, esta bebida ha generado controversia y, en la actualidad, sigue siendo objeto de debate. Mientras algunos lo consideran un elixir estimulante, otros lo ven con recelo debido a sus posibles efectos sobre la salud. Una de las preocupaciones más comunes es su impacto en la presión arterial.
¿El café realmente aumenta la presión arterial?
Es bien sabido que la cafeína es un estimulante del sistema nervioso central, lo que explica su capacidad para aumentar el estado de alerta y la energía. Sin embargo, también puede causar nerviosismo e insomnio en personas sensibles.
Respecto a la presión arterial, el café puede provocar un aumento temporal, pero su impacto varía según el consumidor:
• En personas que no consumen café con regularidad, la presión arterial puede elevarse momentáneamente después de una taza, debido a la acción de la cafeína sobre el sistema nervioso simpático.
• En consumidores habituales, el cuerpo desarrolla tolerancia, y este efecto hipertensivo desaparece o se reduce significativamente.
Este fenómeno puede explicar por qué la literatura científica ha reportado hallazgos contradictorios en relación con el café y la hipertensión.
Un estudio clave: ¿es el café o es la cafeína?
Para profundizar en este tema, un grupo de investigadores de Suiza y Estados Unidos realizó un estudio con 15 voluntarios sanos, de los cuales solo seis eran bebedores habituales de café. El experimento evaluó la respuesta del organismo en cuatro situaciones:
1. Antes y después de tomar un espresso triple.
2. Antes y después de beber un espresso triple descafeinado.
3. Antes y después de recibir una inyección intravenosa de cafeína (250 mg).
4. Antes y después de un placebo intravenoso (solución salina).
Resultados clave del estudio
• El espresso triple elevó la presión arterial en personas que no consumían café con frecuencia. En promedio, la presión sistólica aumentó 13 mmHg y la diastólica 7 mmHg.
• Sin embargo, en los bebedores habituales de café, la presión arterial no se alteró significativamente tras consumir el espresso.
• La cafeína intravenosa generó un aumento menor de la presión arterial en comparación con el espresso, lo que sugiere que otros componentes del café también pueden estar implicados en este efecto.
• De manera sorprendente, el espresso descafeinado elevó la presión arterial de los no bebedores casi tanto como el café regular, lo que indica que otros compuestos del café, además de la cafeína, pueden contribuir a este impacto circulatorio.
¿El café causa hipertensión o enfermedades del corazón?
La hipertensión arterial es un factor de riesgo clave para enfermedades cardiovasculares, por lo que es razonable preguntarse si el café podría contribuir al desarrollo de problemas cardíacos.
Sin embargo, los estudios a gran escala han encontrado resultados tranquilizadores:
• Investigadores de Harvard analizaron a 45.589 hombres entre 40 y 75 años durante dos años y no encontraron una relación entre el consumo de café y un mayor riesgo de enfermedad coronaria o accidente cerebrovascular.
• El Estudio Escocés de Salud Cardíaca sugirió incluso que los bebedores habituales de café podrían tener un menor riesgo de enfermedad cardiovascular.
• Curiosamente, el café descafeinado mostró una leve asociación con un aumento del riesgo de enfermedades cardíacas, aunque el vínculo no fue concluyente.
Estos datos sugieren que el café no es un villano para el corazón y que, en algunos casos, incluso podría tener efectos protectores.
Otros efectos del café en la salud
El café no solo afecta el sistema cardiovascular; también tiene diversos impactos en el organismo:
• Sistema nervioso: Mejora la concentración y el estado de alerta, pero en exceso puede provocar ansiedad, insomnio y temblores.
• Sistema digestivo: Puede estimular el tránsito intestinal, ayudando a aliviar el estreñimiento, pero también puede desencadenar reflujo gastroesofágico en personas susceptibles.
• Metabolismo: Se ha asociado con un menor riesgo de diabetes tipo 2 y de cálculos biliares y renales.
• Colesterol: Algunas preparaciones como el café turco, el espresso y el café de émbolo pueden aumentar los niveles de colesterol, mientras que el café filtrado o instantáneo no parece tener este efecto.
• Sistema respiratorio: Tiene un ligero efecto broncodilatador, lo que puede beneficiar a algunos pacientes con asma.
¿Debería dejar el café si tengo presión arterial alta?
No hay una respuesta universal. Si tienes hipertensión, considera estas recomendaciones:
Monitorea tu reacción: Si notas un aumento en tu presión arterial tras consumir café, podrías limitarlo o cambiar a una versión descafeinada.
Evita el café antes de medir tu presión arterial, ya que podría alterar los resultados.
Modera el consumo: Uno o dos cafés al día pueden ser seguros para la mayoría de las personas, pero el exceso puede ser problemático.
Consulta con tu médico: Cada persona responde de manera diferente, y es mejor recibir orientación personalizada.
Conclusión: la clave es la moderación
El café es una bebida compleja con múltiples efectos en la salud, tanto positivos como negativos. Si bien puede elevar la presión arterial momentáneamente en algunas personas, no parece ser un factor de riesgo determinante para la hipertensión o las enfermedades cardiovasculares en consumidores habituales.
La decisión de tomar café debe basarse en la tolerancia individual y en el equilibrio con otros hábitos de vida saludables. Así que, si disfrutas del café, puedes seguir haciéndolo con moderación, pero si notas efectos negativos, considera reducir su consumo.
Y recuerda, ¡lo importante es disfrutarlo sin estrés! Después de todo, discutir sobre el café sí podría elevar tu presión arterial más que la propia bebida.